Muchos estudiantes, me han confesado que les agrada la Física, pero que no se imaginan enseñándola, especialmente porque no se visualizan en frente a una clase, con decenas de miradas puestas en ellos.
No todos los profesores se han planteado el camino de la docencia cuando terminaron sus estudios secundarios. Algunos llegamos a esta profesión, luego de intentar otras carreras, como la Facultad de Ciencias en mi caso, otros Ingeniería, Medicina, etc.
Claro que hay muchos profesores que se volcaron a la docencia como opción inicial y definitiva, sintiendo un verdadero compromiso con la enseñanza, y la mayoría de ellos se convierten en grandes educadores.
Para quienes se plantean el camino de ser docentes, deben saber que es un camino duro y desafiante, como toda profesión de servicio. Y muchas veces, a lo largo de nuestra trayectoria, nos encontraremos con más interrogantes que con certezas y con la sensación de que nuestro sueldo no acompaña a la enorme tarea que implica enseñar, planificar, corregir y realizar un montón de tareas administrativas.
Sin embargo, esta profesión nos hace también inmensamente ricos. Ricos en experiencias, en aprendizajes, en ayudar a los demás a salir adelante. Personalmente, una de las cosas que más me llena de alegría, es saber que en mi clase mis alumnos pudieron abrir los ojos a un universo que no conocían. Y cuando logran razonar ciertos conceptos y leyes que no creían ser capaces de entender, comienzan a tejerse redes y posibilidades que traen sus sueños un poco más cerca.
Para quienes se plantean la posibilidad de ser docentes de Física, quiero decirles que, serán muy bienvenidos y que disfrutarán mucho de este fantástico camino.
Prof. Pablo Vaz
Física Maldonado 